Gayuba

La gayuba (arctostaphylos uva-ursii) es un arbusto que tiende a reptar por todo el terreno y a cada ramita le crece su propia raiz.
Sus ramas se desarrollan individualmente  enrollándose y enroscándose sobre si mismas, lo que le da un aspecto irregular. Florece en verano y da lugar a unas flores que se agrupan en forma de racimo.
El fruto es de color rojizo que se forma posteriormente es de color rojizo, de sabor insípido y harinoso.
La mejor época para proceder a la recolección de las hojas es el verano, aunque se puede efectuar de igual modo en cualquier otra época. Las hojas más jóvenes tienen sabor amargo.
Esta planta posee taninos gálicos y esto les confiere propiedades astringentes, además posee alantoína que es ideal para cuando las heridas son de dificil cicatrización. Posee además arbústido en un 5% lo que hace que tenga propiedades antimicrobianas principalmente contra los gérmenes que se localizan en las vias urinarias.Por ello se emplea en casos de nefritis, cistitis, prostatitis y litiasis.
Se aconseja ser muy cuidadoso con su consumo ya que al poseer taninos estos pueden producir molestias gástricas.
Como consumirla
Infusión. Se agregan 25 gramos de hojas a un litro de agua hervida, que se puede administrar como infusión; se toma todo el líquido así obtenido, repartido a lo largo del día.
Decocción. Con 30 gramos de hojas sobre un litro de agua, dejándolo hervir durante diez minutos; se toma igual que la infusión.
Maceración. Indicada para personas sensibles a los anteriores tipos. Se deja macerar 25 gramos de hojas por cada litro de agua durante un día entero; se filtra y el líquido resultante se toma tibio.

Fuente de la imágen: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Arctostaphylos_uva-ursi_25924.JPG


Avellano y las avellanas

El avellano (corylus avellana) es un arbusto grande, de ramas pardas algo flexibles. Tiene hojas que crecen en forma alterna y son de aspecto rugoso.
Sus flores son de color amarillento y su fruto es la avellana. Florece a finales del invierno y al comienzo de la primavera, antes de que sus hojas terminen de desarrollar y abrirse. las hojas.
De su recoleccion interesan las avellanas las hojas que se arrancan del arbusto cuando el tiempo está seco y la corteza que se recoge en primavera. La raiz y las hojas se ponen a secar al aire libre o en secaderos a una temperatura máxima de 40ºC.
Las avellanas contienen hasta un 65% de aceite, lo que las convierte en un gran alimento, aunque en los ancianos hay que ser muy cuidadosos porque este fruto puede elevarla presión sanguínea.
La corteza contiene materias tánicas, aceites y alcoholes; está especialmente recomendada para cortar hemorragias y diarreas.
Sus hojas contienen taninos y flavonoides, de efecto vasoprotector, astringente, venotónico y antiedematoso.
Como consumirlo
 Infusión de polen. El polen de avellano se puede utilizar en infusión como sudorífico; para ello se pone un poco de polen en agua hirviendo y una vez frío se toma en pequeñas tazas.
Infusión de hojas. A un litro de agua hirviendo se le agregan 25 gr. de hojas de avellano; se entibia y filtra para su empleo posterior en la limpieza de heridas y llagas.
Cocimiento de corteza. 35 gr. de corteza se agregan a un litro de agua; se deja hervir durante 20 minutos; luego se filtra y se endulza a gusto de cada uno. Se pueden tomar varias tacitas durante el día. Esto se puede utilizar como astringente y da mejores resultados con la corteza de la raíz.

Fuente de la imágen: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Corylus_avellana.jpg

Soja

La soja (glycine max) es uno de los alimentos mas completos a nivel nutricional, por su contenido en micronutrientes y fibras, y por su digestibilidad. Pero, además, constituye una fuente rica en isoflavonas, una sustancia perteneciente al grupo  de los fitoestrógenos, que pueden ayudar a contrarrestar los síntomas de la menopausia y también previene la osteoporosis y reduce  el colesterol. Por todo esto es recomendada por los nutricionistas para incluirla en la dieta cotidiana.
Sus brotes se consideran una fuente de proteinas de alta calidad debido a su adecuado equilibrio de aminoácidos.
Su consumo es imprescindible en el caso de los vegetarianos, ya que su proteína es la única capaz de aportar una calidad similar a la de orígen animal. El consumo de productos con soja puede mejorar drásticamente los perfiles sanguíneos de aquellas personas  que tienen un indice  de colesterol extremadamente elevado y podría ayudar a reducir parte del daño ya causado a las arterias.
También existen pruebas  de que la soja puede regular los niveles de insulina, el azúcar en la sangre, las funciones del intestino y prevenir ciertos tipos de cáncer, especialmente el de estómago.
En la actualidad las isoflavonas de soja están siendo estudiadas por su posible papel en la prevención de otros tipos de cáncer como el de mama, de endometrio, de próstata y de colon.